En el 2006 vi por primera vez la película “El Secreto” que en un formato tipo documental explicaba, que existía un secreto que se ha transmitido durante generaciones, sobre la ley de la atracción. El secreto era taannnnnn poderoso que servía para “atraer” todo: alegría, salud, felicidad, dinero, relaciones, amor, en realidad todo lo que uno ha deseado. Tengo que reconocerlo, yo quería saber ¿cómo hacer que el universo cumpla mis deseos?… el tema era fascinante pero como nunca logré nada, lo olvidé por completo hasta que descubrí el Sistema de Activación Reticular SAR.
¿Qué es el Sistema de Activación Reticular?
El Sistema de Activación Reticular (SAR) es una red compleja de neuronas ubicada en nuestro cerebro, y aunque su localización exacta es difícil de determinar, podemos identificar que se encuentra en el tallo encefálico y la médula espinal, y tiene muchas conexiones con distintas partes del cerebro.
Muchas de sus tareas están relacionadas con funciones vitales para la supervivencia, como: regular los estados de vigilia y sueño, percepción del dolor, control muscular y el estado de alerta. La función principal y que justamente nos ayuda a que el universo cumpla mis deseos, es que el SAR es una especie de filtro inteligente que procesa la abrumadora cantidad de información sensorial que recibimos cada segundo, y eso nos permite enfocarnos en lo que es relevante para nosotros en un momento dado.
En pocas palabras, el SAR actúa como un puente entre el mundo exterior y nuestra experiencia interna.
Ahora, ¿por qué es tan crucial entender cómo funciona este sistema aparentemente invisible?
Nuestro cerebro (la mente consciente) no es capaz de procesar toda la cantidad de información que recibimos del exterior, a través de nuestros sentidos, así que el SAR selecciona la información relevante (de acuerdo a lo que nosotros hayamos marcado, consciente o inconscientemente, como relevante) de la misma forma como Google filtra, selecciona y SOLO nos muestra toda la publicidad, según los temas que nos resulten atractivos.
Es decir, si quiero que el universo cumpla mis deseos, necesito centrar mi atención en aquello que sea de mayor interés para mí, y por lo tanto, el SAR tendrá un papel importantísimo, ya que eliminará de mi atención cualquier cosa que no sea relevante a ese fin.
Pongamos un ejemplo: ¿En qué piensas, luego de leer la siguiente frase: “Elefantes rosados!”? Estoy totalmente segura que te imaginaste “elefantes rosados” aunque nunca hayas visto alguno… Esto no es una casualidad, es solo que has puesto a los “elefantes rosados” en el punto de mira de tu SAR.
Este sistema determina qué información llega a nuestra conciencia y, por ende, influye en nuestras creencias, actitudes y percepciones. Al comprender cómo esta red trabaja, podemos tomar las riendas de nuestra mente y dirigirla hacia pensamientos positivos, metas alcanzables y una autoimagen saludable.
Es decir, en aquello que centres tu atención, aparecerá delante de ti.
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Es justamente por ello, que al SAR se lo conoce como la ley de atracción, y si dominas su funcionamiento, puedes lograr que el universo cumpla tus deseos, ya que has dado las instrucciones a tu SAR para que lo destaque sobre cualquier otra cosa.
¿Cómo beneficiarnos del funcionamiento del SAR y hacer que el Universo cumpla mis deseos?
El SAR es el responsable de crear la realidad en la que vivimos ya que, al enfocarnos en algunas situaciones, otras pierden valor y es como que desaparecieran frente a nuestros sentidos. Es la prueba de que nosotros somos los responsables de crear nuestro mundo, que somos los arquitectos de nuestra vida.
Lo importante y necesario es saber en qué enfocamos nuestra mente, así que para beneficiarnos del funcionamiento del SAR, es necesario que seamos lo más claros con nuestro objetivo, con aquello que queremos para nuestra vida. Es recomendable que tu objetivo sea lo más SMART posible, es decir que sea:
- Específico: se define claramente qué se quiere lograr.
- Medible: se puede evaluar el progreso y el resultado.
- Alcanzable: se ajusta a las capacidades y recursos disponibles.
- Realista (y relevante): se alinea con el propósito y el contexto.
- Oportuno: se establece un plazo para su cumplimiento.
Y, agregaría que el objetivo sea expresado en positivo… para lo cual te pongo otro ejemplo: ¿Qué pasa si te digo: “no pienses en gatos negros!”, te apuesto que justamente pensaste en gatos negros (de hecho, con Google u otro buscador sucede igual), y es que el cerebro no tiene la capacidad de identificar la palabra “NO”, por lo tanto, cuando fijes un objetivo recuerda NO utilizarla.
Como ejemplo te dejo un ejemplo del objetivo: “Quiero tener un trabajo de lunes a viernes, en horario de 8h00 a 17h00, con una remuneración por encima de $5,000 mensuales, que me permita realizar actividades relacionadas con inversiones financieras o bancarias, en la ciudad donde vivo actualmente.”
Te recomiendo escribir el objetivo en una libreta a la que puedas acudir constantemente, de preferencia antes de acostarte y luego de levantarte, de manera que puedas repasarlo de forma diaria. Otra cosa que recomiendo es hacer un gráfico que represente cómo sería tu vida si consiguieras dicho objetivo, puedes primero visualizarlo y luego hacer el dibujo. Al igual que el objetivo escrito, recomiendo revisarlo a diario e ir “retocando” el dibujo diariamente hasta que lo consigas.
Mientras más SMART sea el objetivo escrito y más preciso sea tu dibujo, mayor precisión tendrá el SAR para seleccionar la información y ponerla a tu disposición.
En resumen, para beneficiarte del funcionamiento del SAR y conseguir que el universo cumpla tus deseos es importante:
- Visualización y Metas Claras: El SAR responde poderosamente a las imágenes mentales. Al visualizar nuestras metas y sueños, estamos programando esta red para reconocer oportunidades que nos acercarán a ellas. La visualización regular y vívida puede transformar nuestras aspiraciones en realidades palpables.
- Afirma tu Realidad: Las afirmaciones positivas y afirmativas pueden ser herramientas poderosas para reprogramar el SAR. Al repetir afirmaciones que reflejen nuestras metas y aspiraciones, estamos entrenando al SAR para enfocarse en las posibilidades y oportunidades que nos llevarán a nuestro destino deseado.
- Prácticas de Atención Plena: La atención plena, o mindfulness, nos conecta con el momento presente. Al practicar la atención plena regularmente, podemos calmar la actividad del SAR y reducir la tendencia del cerebro a divagar. Esto mejora nuestra concentración, reduce el estrés y nos permite tomar decisiones más conscientes y equilibradas.
- Establece Metas Realistas y Accesibles: Cuando establecemos metas alcanzables y desglosamos grandes objetivos en tareas más pequeñas y manejables, estamos facilitando el trabajo del SAR. Estas metas claras y realistas se registran en el sistema como objetivos importantes, lo que nos motiva a seguir adelante y persistir incluso en los momentos difíciles.
- Cuida tu Diálogo Interno: El diálogo interno negativo puede ser perjudicial para el SAR. La autocrítica excesiva y el pensamiento negativo pueden enviar señales erróneas a esta red, afectando nuestra autoconfianza y autoestima. Practicar la autoaceptación y el amor propio mejora la calidad de las señales que el SAR procesa, fortaleciendo nuestra mentalidad positiva.
- Estimula la Curiosidad y el Aprendizaje Continuo: La curiosidad es el combustible del SAR. Mantenernos curiosos, aprender nuevas habilidades y explorar el mundo que nos rodea estimula esta red y amplía nuestras perspectivas. La neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar, se activa a través de la curiosidad y el aprendizaje constante.
Aprender nuevas habilidades.
Aprender a patinar sobre hielo, tocar un instrumento musical o estudiar un nuevo idioma. Adquirir nuevos conocimientos sobre un tema que despierte curiosidad o que sea de especial interés.
En conclusión, el Sistema de Activación Reticular es el motor detrás de nuestra experiencia consciente. Al comprender su función y aprender a trabajar en armonía con él, podemos desbloquear un vasto potencial que antes parecía inalcanzable. La transformación personal comienza en el cerebro y, con el conocimiento adecuado y las prácticas efectivas, todos tenemos el poder de dar forma a nuestras vidas de la manera más extraordinaria.
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