Durante mis vacaciones que acaban de terminar, concluí la lectura del libro “Los 4 acuerdos” de Miguel Ruiz (sorry tengo la versión anterior 🤭), así que me gustaría revisar con ustedes el segundo de ellos, ese que puede transformar nuestras vidas y liberarnos del peso innecesario del sufrimiento emocional: «No tomarse nada personalmente».
Antes de nada, ¿qué sería tomarse algo a personal?
Recuerdo que cuando mi esposo Roberto me dijo esa frase hace algunos años, me sentí amenazada… ¿cómo no me voy a tomar a personal que mi amiga me haya llamado “ignorante!”? Hoy, lo entiendo todo, en este vertiginoso mundo en el que vivimos, es fácil caer en la trampa de sentirnos heridos o afectados por las palabras y acciones de los demás.
No tomarse algo personalmente… inlcuso en las situaciones positivas. Cuando recibimos cumplidos o reconocimientos, nos sentimos eufóricos y llenos de alegría. Sin embargo, si nos tomamos esto personalmente, podríamos caer en la trampa del ego, creyendo que somos superiores o necesitando constantemente la aprobación de los demás para sentirnos valiosos.
Nuestro ego, ese «yo» interior que busca validación y protección, es especialmente vulnerable a las críticas y a la aprobación externa. Sin embargo, si realmente queremos alcanzar la felicidad y la paz interior, debemos aprender a desvincularnos de las percepciones y opiniones de los demás.
Ahora, imagina cómo sería tu vida si fueras capaz de enfrentar cualquier situación sin perder la calma. ¿No suena maravilloso? ¡Pues es totalmente posible!
Para hacerlo, para liberarnos del sufrimiento autoinfligido y recuperar nuestro poder personal, debemos entender dos cosas, sobre todo aquello que te dicen las personas a tu alrededor como: “estás gordo, eres un estúpido, no sabes o puedes hacer nada, etc. etc.” te duelen o te afectan, porque tú internamente eres el primero que las cree, y segundo porque crees que todo gira a nuestro alrededor, como una especie de sol.
Si has llegado hasta aquí, se cómo te sientes… yo estuve allí en ese mismo lugar que tú, pensando que cómo se me ocurre decirte lo que te estoy diciendo… lo bueno es que tú tienes la decisión de seguir leyendo, e incluso comprobar por ti mismo, que es cierto todo lo que te digo.
La clave para liberarte de este patrón de sufrimiento es cultivar una autoestima sólida y un profundo amor propio. Acepta que eres imperfecto, y eso está bien, porque todos lo somos. Aprende a amarte a ti mismo incondicionalmente, con todas tus virtudes y defectos. Al reconocer y abrazar tu propia valía, las opiniones negativas de los demás perderán su poder sobre ti.
La trampa del «yo» herido
Antes que nada, es esencial comprender por qué nos tomamos las cosas personalmente. Nuestro «yo» herido es el principal culpable de esta tendencia. A lo largo de nuestras vidas, hemos acumulado experiencias y emociones que nos han marcado, generando heridas emocionales que afectan nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.
Cuando alguien nos critica o nos juzga, el «yo» herido se siente amenazado y reacciona como si estuviera en peligro. Probablemente retrocedemos a la infancia o un momento de nuestra vida, donde el miedo a la desaprobación de los demás era paralizante. Pero aquí viene el gran secreto: la opinión de los demás es solo un reflejo de su propia realidad, de sus heridas y creencias limitantes. No tiene nada que ver contigo en realidad (no eres el sol).
Las heridas emocionales y las proyecciones que emanan de los demás son una manifestación de su propio sufrimiento interno. En lugar de responder con ira o resentimiento, puedes responder con compasión y comprensión. Esto no solo te beneficiará a ti, sino que también creará conexiones más auténticas y significativas con quienes te rodean.
Todos vivimos nuestro propio sueño, tenemos el poder de crear nuestra propia realidad y decidimos (aunque seas consciente o no) crear y creer nuestras historias, como si fuéramos el productor, director y protagonista de nuestra película… el resto de los personajes solo tienen papeles secundarios… el que decide qué giros y desenlaces tiene tu película, eres tú.
Te explico cómo sucede… cuando alguien te dice algo que te ofende es porque se activa el miedo interno que tienes, y te enfadas para evitar enfrentar ese miedo… por eso en vez de enojarte con esa persona, la próxima vez que te pase mírala como un maestro porque te está mostrando justo aquello en lo que necesitas trabajar para empezar a ser feliz, para empezar a cambiar el guión de tu película.
Todos aquí estamos al servicio de los demás, y hemos acordado ayudarnos mutuamente para hacer que nuestras películas se estrenen… Si tienes la necesidad de que te maltraten, será fácil que los demás lo hagan, porque solo están al servicio de eso, pero recuerda que tú también lo estás. Agradece que ese maestro llegó a tu vida, porque lo que busca es que SOLO confíes en ti, en tu valor, en tu esencia.
El amor propio y la autoaceptación no dependen de los logros externos o la aprobación ajena. Son cualidades intrínsecas que puedes cultivar en tu interior a través de la práctica del autoconocimiento y la comprensión de que eres más que tus circunstancias externas.
Cuando eso ocurra, empezarás a ver que tu entorno cambia, que la gente a tu alrededor cambia o incluso se aleja de tu vida, que nueva gente que armoniza y conecta con tu nuevo yo, llega mágicamente… Lo que en realidad ocurre es que tu guión ha dado un giro inesperado y vas a empezar a necesitar “nuevos extras”.
El regalo del desapego emocional
Imagina que tienes una coraza emocional que te protege de los dardos venenosos de las palabras hirientes, eso es justamente lo que te invito a adoptar para liberarte de la necesidad de agradar o buscar validación externa. No se trata de construir un muro infranqueable, sino de reconocer que lo que dicen los demás es un eco de su propio mundo interior.
No tomarse nada personalmente, te permite dar un gran paso hacia la libertad emocional. Ya no te sentirás herido por cada crítica o comentario negativo. En cambio, podrás discernir cuándo una observación es constructiva y cuándo es simplemente un reflejo de la realidad interna de la otra persona.
¿Cómo aplicar «no tomarse nada personalmente»?
Ahora que comprendemos la importancia de liberarnos del sufrimiento innecesario, veamos algunas estrategias prácticas para aplicarlo en nuestro día a día:
- Autoconocimiento y autoaceptación: Reconoce tus propias heridas emocionales y trabaja en sanarlas, haz un inventario. Cuanto más te conozcas y te aceptes a ti mismo, menos vulnerable serás a las opiniones de los demás. Aprende a amarte incondicionalmente y el mundo te seguirá.
- El poder de la empatía: Practica la empatía hacia los demás. Cuando comprendemos que cada individuo está lidiando con sus propias batallas internas, nos volvemos más compasivos y menos reactivos. En lugar de tomar las cosas personalmente, busca entender las motivaciones y las emociones detrás de las acciones de los demás.
- Cuestiona tus creencias limitantes: A menudo, nuestras creencias sobre nosotros mismos nos llevan a interpretar las acciones de los demás como ataques personales. Cuestiona esas creencias y reemplázalas por pensamientos más constructivos y realistas.
- La práctica de la impecabilidad con las palabras: Se consciente del impacto que nuestras palabras pueden tener en los demás, al practicar la amabilidad y la compasión, contribuimos a crear un entorno emocionalmente seguro para todos.
- No te justifiques ni culpes a otros: Cuando alguien te critica o te ofende, evita caer en la trampa de justificarte o culpar a esa persona. Recuerda que tú eres responsable de tus acciones y emociones, y los demás también lo son de las suyas. Libérate del juego de la culpa y la victimización.
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Los beneficios de liberarte del sufrimiento innecesario
Al aplicarlo es tu vida, te sorprenderá cómo cambia la forma en que te relacionas con el mundo y contigo mismo. Aquí hay algunos beneficios que experimentarás:
- Mayor paz interior
Al no tomarse nada personalmente, experimentarás una sensación de paz y serenidad interna que antes te parecía inalcanzable.
- Relaciones más auténticas
Al liberarte del miedo al juicio de los demás, te sentirás más seguro para ser tú mismo y expresar tu autenticidad. Esto atraerá a personas que te aceptan tal como eres y te brindarán relaciones más genuinas.
- Mayor autoestima
Al dejar de buscar validación externa, fortalecerás tu autoestima y confianza en ti mismo. Sabrás que tu valía no depende de la aprobación de los demás.
- Mente abierta
Al practicar la empatía y dejar de tomar las cosas personalmente, estarás más dispuesto a considerar diferentes perspectivas y aprender de los demás.
- Liberación del sufrimiento
Quizás el beneficio más significativo sea la liberación del sufrimiento innecesario. Cuando te desvinculas de las opiniones de los demás, te liberas de una carga emocional que te ha pesado por mucho tiempo.
«No te tomes nada personalmente» es una invitación a abrazar la libertad emocional y a liberarnos del sufrimiento autoinfligido, al dejar de sentirnos heridos o afectados por las palabras y acciones de los demás, podemos alcanzar una paz interior que trasciende las circunstancias externas.
Haz un compromiso contigo mismo para practicar «No tomarse nada personalmente» cada día y vivir una vida plena y auténtica, no será fácil al principio, así que no te juzgues si algún día reaccionas como estás acostumbrado, recuerda que llevas años “reaccionando”, lo que te pido es que recuerdes que tú eres el único responsable de tu felicidad, y al liberarte del sufrimiento innecesario, te liberarás de cadenas emocionales que te han limitado durante demasiado tiempo y te abrirás a una vida de autenticidad, amor y libertad.
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