Para mí, la navidad siempre ha sido una época maravillosa, trato de recordar cuándo empecé a considerarla así, pero no me llega nada concreto, tal vez mientras escribo pueda averiguar cuál es el verdadero espíritu de la navidad.
¿Cómo encontrar el verdadero espíritu de la navidad?
Les prometo que tuve curiosidad de la respuesta del Sr. Google a esta pregunta… y me topé con ésta del 2017 que me trajo más confusión que cualquier otra cosa.
El sentido de la Navidad reside en contemplar el gran misterio de la Encarnación como esa búsqueda de Dios por salvar al hombre; no es solamente un nacimiento más, sino el del Hijo de Dios. Nosotros tenemos no solamente motivos sino una verdadera obligación de celebrarlo.
¿Qué amo de la navidad?
Creo que empezaré mi búsqueda, analizando las cosas que más amo de la época navideña, tal vez allí esté la respuesta:
- Las películas navideñas
Siempre, siempre hay un problema: o se pierde alguien, o no se consigue el regalo, o hay que trabajar ese día, o no hay vuelos para llegar a tu destino, etc. etc. etc., pero lo lindo que ocurre es que “algo mágico” sucede, entonces el o la protagonista logra lo que espera alcanzar, e incluso muchas veces les termina sucediendo algo aún más extraordinario: encuentran al amor de su vida, se perdonan las ofensas, se encuentra el propósito de vida.
NOTA: Película favorita navideña «Love Actually«. (mi esposo y yo compartimos el mismo gusto por)
- Las reuniones con familia y amigos
Esto es algo que me tomo muy en serio, y cualquiera que ha asistido a alguna reunión organizada por mí, lo podrá decir. Para evitar conflictos de agenda, empiezo a fijar fecha desde los primeros días de noviembre, es decir ahorita ya están definidas todas las fechas en mi calendario…
NOTA: Mi primera reunión navideña será el 3 de diciembre.
- La comida
Los que me conocen saben que amooooooooooooooooo cocinar. Un poco como un tributo a mi abuela materna, de quien dicen, aprendí el amor por la cocina y otro poco porque como amo hacerlo, es mi forma de decirle a alguien que lo quiero.
Todos los años hago mi famosa receta de relleno navideño (bue, famosa porque yo lo digo). Como mi mami, era mi fan número uno, siempre le guardaba una buena porción… será el primer año que no pueda disfrutarlo porque se nos adelantó.
NOTA: Un año inventé una receta de relleno vegetariano.
- La decoración navideña
Yo espero que sea la última semana de noviembre para transformar mi casa con la decoración, pero este año no pude esperar y desde este domingo, ya está lista mi casa.
Para mí, lo que nunca puede faltar es mi árbol de navidad que está adornado principalmente por bolitas de color rojo con los nombres de cada miembro de mi familia… este año hemos incluido en ellas a Luna, mi nueva nieta. Otra cosa imprescindible, es colocar mi colección de nacimientos, hoy cuento con ya con 20
NOTA: Los últimos compré en Málaga y el otro es de origen peruano pero comprado en Cuenca.
- Las canciones navideñas
En Ecuador, no es una celebración importante, el Día de Acción de Gracias, por lo que una vez que termina Halloween, los centros comerciales se llenan de decoración navideña. Lo que más me llama la atención es la ambientación musical, es decir aunque vayas al supermercado a hacer las compras de la semana, siempre, siempre me contagio del espíritu navideño, llevándome conmigo un tarareo mental del villancico que se escucha de fondo.
NOTA: Mi canción favorita navideña es 👉🏻 “All I Want For Christmas Is You”
- Los regalos
Algunos a quienes les comento este detalle sobre mí, les sorprende. Yo no espero a diciembre para comprar los regalos, normalmente los voy comprando todo el año… Cada vez que yo veo algo que pienso que será lindo para alguien porque sé que le gusta, o porque lo va a usar, o porque yo también lo usaría, los compro, los guardo y espero con ansias noviembre para envolverlo. Cuando decoro la casa con el árbol, coloco de una vez todos los paquetes envueltos.
NOTA: Todos mis regalos son envueltos con un solo diseño de papel de regalo, este año es un papel de color rojo con galletas de jengibres y demás elementos navideños.
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¿Descubrí el verdadero espíritu de la navidad?
En realidad, mientras les escribo los únicos recuerdos que llegan de mi infancia en esa época, no son particularmente alegres…
Muchas veces, nos desvivimos por darnos a otros, y nos olvidamos de nosotros mismos, basta con recordar la resignación que mi madre vivió por muchos años, cada vez que ignoraba su deseo (callaba su voz, y con la de ella, la de mi hermana Betty y la mía) de pasar con su madre alguna navidad, desde que se casó con mi padre. Y aunque mi abuela materna preparaba un hermoso momento para nosotros, no recuerdo ni una sola vez que mi padre nos acompañara, él tan solo nos dejaba y luego de un par de horas nos recogía para cenar y pasar las 12 en la casa de mis abuelos paternos. Esto sucedió todos los años hasta que mi abuela materna falleció.
¿Qué le habrá motivado a hacer esto a mi madre? ¿Qué podría ser más importante que lo que uno quiere, lo que uno desea, lo que uno piensa? Hasta hace poco, estoy segura que yo hubiera actuado muy similar y es que no podía ser capaz de conectar conmigo, ni mis deseos o necesidades. Durante muchos años, prioricé el deseo de otros: familia, amigos, parejas, jefes o compañeros de trabajo, e incluso a mi hijo.
Yo creía que para merecer amor, cariño, ser valorada o reconocida debía hacer lo que otros querían, o lo que la sociedad definía como “buena hija”, “buena novia”, “buena amiga”, “buena esposa”, “buena empleada”, “buen jefe”. Vivir así fue agotador, más aún cuando obviaba incluso preguntar si era real que eso querían de mí.
Recuerdo con un poco de asombro, lo que sentía cada vez que se acercaba esta fecha y esperaba que el papá de mi hijo, mientras éramos pareja, me invitara pasar con él las fiestas. Nunca le dije nada, nunca se lo propuse, nunca le pregunté, nunca se lo pedí, mientras él viajaba a Argentina, yo simplemente pensaba que no me amaba lo suficiente porque yo no era suficiente para él.
Me he preparado un hermoso regalo…
Tal vez el más importante que me haya dado alguna vez.
Hoy me he prometido:
- Que seré la protagonista de mi propia película, una en la que soy libre de actuar con libre albedrío, decidir mi vida conectada desde mis deseos personales, sin egoísmo y sin afectar a nadie.
- Compartiré con los demás, con mi familia y amigos, desde mi nueva visión, una nueva yo, una que no juzga, que no se hace historias en la cabeza (y si me las hago, decido desde ya que tengan un final feliz), sin tomarme nada a personal, pero sobre todo siendo yo, auténtica y verdadera.
- Este año, NO voy a cocinar, jajaja… este año yo también voy a poder disfrutar de las reuniones porque no voy a terminar muerta del cansancio, y aceptaré gustosa cualquier ayuda para lavar los platos (¡ojo con los que van a venir a mi casa!).
- Desde hace tiempo ya, pero con mayor intención desde hoy, tendré presente mi propia voz, creando un tarareo mental que alimente a mi diálogo interior para no olvidar nunca que mi prioridad soy yo.
- Voy a tener el mismo cuidado y pasión por decorar mi vida, cada día, como decoro mi casa en navidad. Me pondré una estrellita en la frente, para reconocer mis logros, y coleccionaré mis nuevas experiencias de decir, hacer y pensar solo lo que sienta, y finalmente encenderé la luz de QUIEN SOY porque soy capaz de conectar con mi alma y ofrecerla para que otros puedan encenderla también.
- Ofrecerte este regalo a ti también, sí, tú que me lees y que tal vez llevas mucho tiempo pensando que no eres suficiente, que no eres valioso, que no mereces nada o muy poco, que esperas que la vida te pase… hoy te invito que escuches tu voz, esa que está en el fondo de tu ser, la que te dice que no debes tolerar ni aguantar ninguna situación o relación, la que te dice que puedes ser feliz, la que te impulsa a tomar decisiones que te llenen de alegría, libertad, verdad y amor.
Espero que para ti también éste sea el verdadero espíritu de la navidad… para todos ustedes, desde mi corazón, muy muy muy feliz navidad… sí, sí ¡desde ya!
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