Hace unos días escribí sobre el sistema de activación reticular (SAR), que es una red compleja de neuronas ubicada en nuestro cerebro, cuya función principal es ser una especie de filtro inteligente que procesa la información sensorial que recibimos cada segundo, para que la mente consciente se enfoque en lo que es relevante para nosotros en un momento dado. Una de las formas de ayudar al SAR, es definir correctamente el objetivo.
Hacerlo así… ¿influye? Totalmente. Pero ¿cómo lo hacemos?
A mi me costó un montón de tiempo, aprenderlo y comprenderlo… a continuación, te explico lo que a mí y a mis clientes, nos está funcionando.
Un objetivo o finalidad es una meta o fin último hacia el cual se dirigen las acciones o las operaciones de algún proyecto específico. Todo lo que hacemos tiene un fin, un sentido final adonde queremos llegar, que es la sumatoria de los pasos dados para alcanzarlo.
Los objetivos suelen plantearse antes de emprender la acción, ya que resulta conveniente saber hacia dónde vamos antes de empezar a caminar, es decir, sólo podremos determinar la mejor ruta hacia el éxito si sabemos cuál es el objetivo que nos hemos propuesto.
Nuestros objetivos, ¿Qué significan para nosotros?
Si estamos conscientes que nuestros objetivos, no son otra cosa que la meta que me he planteado, es decir aquello en lo que me quiero convertir, aquello que quiero hacer, o aquello que quiero tener, lo que necesitamos es estar seguros que estén muy claro para nosotros, porque somos nosotros los que queremos llegar hasta allí.
Una de las cosas que aprendí y que me permito compartir con ustedes es la importancia de considerar a nuestras metas como una especie de energía, para mí es mi motivación, es aquello que me impulsa a levantarme diariamente de la cama.
¿Cómo siento esa sensación de impulso? No se me ocurre una mejor forma de explicarlo, que compararlo con lo que se siente cuando estás enamorado… ¿recuerdas cómo se siente? Uno solo piensa en esa persona, recuerdas los momentos que pasaste con ella, planeas los nuevos encuentros: fecha, lugar, motivo e incluso escoges la ropa, el perfume, el peinado que vas lucir para él (en mi caso), incluso te imaginas hasta el futuro con esa persona…
Pero para definir correctamente el objetivo ¿Qué características deben tener?
Si hablamos netamente de cómo definir correctamente un objetivo, mi recomendación inicial es que uses la metodología SMART. La abreviatura SMART, que fue descrita por primera vez en 1981 por el autor George T. Doran y más tarde expandida por el profesor Robert S. Ruben (si quieres conocer más puedes dar click 👉🏻 aquí), que es una especie de atajo para establecer objetivos de una forma “inteligente” porque te permite incluir todas las características necesarias para que sea un éxito.
Es muy interesante porque se usa la palabra SMART (inteligente en inglés) como un acrónimo, donde cada letra está relacionada a una característica.
- Specific (Específicos)
- Measurable (Medibles)
- Achievable (Alcanzables).
- Relevant (Relevantes).
- Time-bound (Tiempo limitado).
Como cuando empecé a utilizar la metodología, inicialmente en mi época de Gerente de Procesos y Proyectos y ahora mucho más como coach, me fue un poco complicado pasar de la teoría a la práctica, me parece necesario explicarlo con mayor detalle.
¿Qué significa definir un objetivo Específico (Specific)?
El objetivo debe ser claro y bien definido, sin ambigüedades ni vaguedades, y para que eso sea posible, debe responder a las siguientes preguntas:
¿Qué quiero lograr exactamente?, ¿Por qué es importante este objetivo?, ¿Dónde se llevará a cabo el objetivo?
Entre más detalle o información se asocien al objetivo te permite reducir la ambigüedad y aumentar la claridad en torno a lo que se espera lograr y cómo se puede medir el éxito.
Para un proceso de coaching, cumplir esta condición es imprescindible pero también es importante que las palabras que se usen para definirlo no puedan ser “interpretadas”, evitar palabras como “mejor”, “más”, “menos”, “mejorar”, “dejar”, “bien”, “mal”, así como jamás, jamás usar la palabra “NO” dentro del objetivo.
¿Qué significa definir un objetivo Medible (Measurable)?
El objetivo debe ser cuantificable, de modo que se pueda medir el progreso y el éxito, y para lograrlo, es necesario definir un criterio de éxito y un método para medir el progreso hacia ese criterio. Algunas preguntas que pueden ayudar a crear un objetivo medible son:
¿Cómo se puede medir el éxito de este objetivo?, ¿Qué indicadores se utilizarán para medir el progreso?, ¿Cuál es el punto de referencia actual y cuál es el punto de referencia deseado?, ¿Cómo se pueden obtener y analizar los datos necesarios para medir el éxito?
Al hacer que el objetivo sea medible, se puede medir y evaluar el progreso y el éxito, lo que permite realizar ajustes y mejoras a medida que se avanza hacia el objetivo final.
En el caso de los procesos de coaching, no solo se establece un objetivo general, sino también uno para cada sesión, pero lo más importante es que se definen comportamientos esperados, que nos permite al coachee y a mí, identificar la situación que ocurrirá cuando los objetivos sean alcanzados, lo que va proporcionando una motivación adicional para trabajar hasta conseguir el objetivo general.
¿Qué significa definir un objetivo Alcanzable (Achievable)?
Un objetivo alcanzable es aquel que es posible lograr, dado los recursos, capacidades y tiempo disponibles. Es importante establecer objetivos desafiantes, pero también es importante asegurarse de que el objetivo sea posible de alcanzar, en el tiempo que uno se proponga conseguirlo.
Responder a las siguientes preguntas, puede ayudarte a definirlo de forma realista:
¿Es este objetivo realista y factible?, ¿Cómo se pueden obtener y analizar los datos necesarios para medir el éxito?, ¿Tenemos los recursos y las capacidades necesarias para lograr este objetivo?, ¿Cuál es el plazo realista para lograr este objetivo?
Para seguir el impulso de alcanzar un objetivo, hace falta que se mantenga la motivación y el compromiso, al mismo tiempo que se minimizan las frustraciones y desafíos imposibles de superar. Sin lugar a dudas, esto permite mantener la credibilidad y la confianza en uno mismo, que a su vez genera dopamina que nos ayuda a sentirnos extrovertidos, valientes, seguros, tranquilos y con buen humor.
Es importante también que identifiques, si alguien más está involucrado en la consecución de tu objetivo, de ser así replantéatelo… porque si no depende al 100% de ti, lograrlo… lo único que puedes lograr es frustración.
¿Qué significa definir un objetivo Relevante (Relevant)?
Un objetivo relevante significa estar alineado con el propósito y las necesidades del individuo: en lo que te quieres convertir, lo que quieres hacer y lo que quieres tener. Es aquello que te permite validar que plantearse conseguir ese objetivo es vital para ti y tu vida. Si logras esa meta, es seguro que traerá algo beneficioso para ti. Algo va a cambiar en tu vida. Intenta preguntarte lo siguiente:
¿Cómo se relaciona este objetivo con mi propósito?, ¿Cuál es el plazo realista para lograr este objetivo?, ¿Cómo contribuye este objetivo a mi misión de vida?, ¿Cuándo lo consigas, qué beneficio traerá a tu vida?
De esta forma, podemos asegurar que la energía y los recursos se centren en lograr los resultados deseados. Tomar en cuenta esta característica, te permite que enfoques tu atención, es de donde viene la energía o las ganas para hacerlo.
¿Qué significa definir un objetivo con Tiempo limitado (time-bound)?
Un objetivo con plazo o tiempo definido implica que dicho plazo límite es realista para lograr el objetivo. Durante ese tiempo, es posible realizar un seguimiento y evaluar el progreso. Si usas estas preguntas, se te facilita su definición:
¿Cuál es el plazo realista para lograr este objetivo?, ¿Qué se necesita hacer en el corto plazo para lograr este objetivo?, ¿Cuáles son las fechas clave para lograr este objetivo?
Con esta característica, se mantiene el enfoque y el sentido de urgencia en la tarea, que trae consigo el aumento de la motivación y la eficacia para lograrlo. También ayuda a identificar y evitar la procrastinación y la falta de acción hacia el mismo.
Definir correctamente el objetivo con metodología SMART… ¿es suficiente?
¿Honestamente? No, y acá te pido que también lo seas… cuando te has propuesto algo, ¿siempre lo has conseguido?
Si la respuesta es NO ¿Sabes por qué es?
¿Qué tal si revisas los pensamientos o creencias tienes respecto al objetivo que te planteas?
En mi experiencia, con mis clientes en sesión de coaching, cuando los cuestiono sobre lo que ellos piensan sobre el objetivo que se plantean, me dicen frases como: “no puedo”, “no soy suficiente”, “eso es imposible”, “es que soy mujer u hombre”, “siempre lo he hecho así”, “no tengo tiempo”, entre otras respuestas.
Revisar a consciencia, lo que piensas y crees de aquello que te estás proponiendo, es básico… te diría que es vital hacerlo… incluso averiguar ¿qué emociones afloran, con el mínimo hecho de plantearse esa meta?
El truco de las 3 P’s para definir correctamente el objetivo.
Aunque no lo creas, nuestros pensamientos, creencias nos posibilitan o nos limitan. Así que si no tienes un coach que te guíe en este camino, te ofrezco un truco que funciona 100%.
- Identifica los pensamientos (o creencias) que asocias con tu objetivo.
Puedes hacer una lista diaria, te recomiendo que te permitas hacerlo en un lugar privado y que te des por lo menos 10 o 15 minutos para contestar a preguntas como:
¿qué tan factible creo o pienso que es posible lograrlo? Acá piensa en tu raza, edad, género, educación, condición económica, etc.
¿qué piensas que necesitas para lograrlo? Acá piensa en lo que necesitas ser, hacer o tener.
- Identifica cada pensamiento o creencia, si es limitante o potencializador.
Por ejemplo: Pensar que no eres suficiente, o no te lo mereces, o que no podrías hacerlo por ser mujer, etc. Son pensamientos limitantes.
- Por cada pensamiento o creencia limitante, cuestiónate: ¿cuál es la evidencia que tienes de eso (…)?
- Por cada pensamiento o creencia limitante, contesta: ¿Tienes alguna buena razón para mantener ese pensamiento?
Esta es la primera “P” de PENSAMIENTO, revisar lo que pensamos nos ayuda a eliminar cualquier obstáculo que nosotros mismos nos imponemos… y si no logras separarte de un pensamiento así… te recomiendo que pienses nuevamente, encuentra el motivo real porque piensas de esa forma.
Cuando todos tus pensamientos estén enfocados en lograr tu meta, usa la próxima “P”, empieza a pronunciar las PALABRAS mágicas… “YO soy…”, “Yo hago…” o “Yo tengo…”, trae tu meta a tiempo presente, exprésate de tal manera que lo sientas como que ya lo has conseguido.
Finalmente usa la última “P”… PONTE en acción, ahora!
Tips adicionales para definir correctamente el objetivo…
- Trata en lo posible de usar escalas numéricas (1 al 10 o en porcentaje) para medir los indicadores o comportamientos esperados.
- Puedes utilizar indicadores subjetivos, pero SIEMPRE junto con una escala numérica. Por ejemplo: “Sabré que lo he logrado mi objetivo si empiezo duermo toda por la noche sin despertarme sobresaltada, mi situación actual es 1 y mi situación esperada es 7”
- Pregúntate ¿Quién seré luego de conseguir esto? O ¿Para qué lo quiero conseguir? ¿Qué será posible desde aquí? Incluso imagina lo que sentirás cuando lo logres. Esto ayudará a que tu objetivo vaya alineado con tus valores y con tu identidad.
- Pregúntate ¿Qué me aportará conseguir esto? Esto ayudará a que distingas los beneficios secundarios que tendrás cuando logres el objetivo.
- Por último, imagínate que tu meta, aquello que te has planteado lograr es un titular de un periódico, contesta esta pregunta: ¿Qué diría ese titular?
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- ¿Quieres que el universo te cumpla tus deseos?
- Sigue atento al próximo artículo…