Imaginen cómo sería hacer realidad todo lo que queramos, eso sería maravilloso, no? Pero y si te digo que ¡esa clase de magia es posible! Hoy voy a hablarles sobre el poder detrás de las palabras, permíteme guiarte para que descubras la magia transformadora de ser impecable con las palabras.
Cuando escuché por primera vez esa frase hace algunos años, no la entendí pensé que Miguel Ruiz, el autor de quien las leí las usaba como un juego de palabras… ahora que lo pienso es gracioso que haya pensado eso, pensé que era una forma de confundir al lector… tanto así que luego de las primeras hojas dejé su libro, el cual he retomado recientemente.
De niña amaba ir al circo para ver la actuación del mago, amo la magiaaaaa hasta hoy en día, de hecho. Recuerdo una ocasión en que me pidieron participar del show… el mago me entregó un recipiente y me dijo que observara dentro… estaba vacío. Luego lo cubrió con un pañuelo, mientras yo lo sostenía muy fuerte, muy fuerte, mientras el mago se alejaba de mi prometiéndome a mí y a la audiencia, que la bolita que él tenía en sus manos llegaría a ese recipiente luego de repetir las palabras mágicas: “abracadabra” y la magia ocurrió!
Las palabras son el poder que tenemos para crear o cambiar la realidad, es magia pura pero sin trucos… en realidad sí hay UN SOLO TRUCO para activarlo, solo necesitas ser impecable con tus palabras.
Primero repasemos lo qué es ser impecable…
Según la RAE es estar exento de tacha, lo que se traduce como «sin pecado».
Entonces ¿qué sería ser impecable con tus palabras? No solo nos referimos a evitar decir mentiras o a ser honestos en todo momento, aunque eso también es importante. Ser impecables con nuestras palabras va más allá de eso. Se trata de entender que nuestras palabras pueden crear o destruir, sanar o herir, construyen puentes o levantan muros.
La impecabilidad en nuestras palabras comienza por nosotros mismos. ¿Cuántas veces nos hemos criticado y maltratado con aquellos que nos decimos y pensamos? ¿Cuántas veces nos hemos limitado o etiquetado a nosotros mismos con frases negativas? Debemos recordar que somos seres poderosos y creativos, capaces de manifestar nuestras realidades a través de nuestras palabras.
Entonces, ¿por qué no elegir palabras que nos empoderen en lugar de palabras que nos debiliten? Ser impecable con tus palabras, es jamás usarlas contra ti, es ser responsable de tus actos, de tus decisiones, de tus pensamientos, de tus deseos, y hacerlo sin juzgarnos o culparnos.
Preguntas frecuentes sobre ser impecable con tus palabras
Ser impecablec con las palabras se refiere a asumir la responsabilidad de mis actos, sin juzgarme ni culparme, ya que todos mis actos están atravesados por mis palabras y mis palabras dejan al descubierto mis pensamientos, y lo que soy, entonces este primer acuerdo en el fondo a lo que nos invita es a ser coherentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos. A ser sinceros con nosotros y con quienes nos rodean
Hace unos días empecé un huerto, lastimosamente el romero y el tomillo han muerto y estoy luchando porque la albahaca y el perejil sobrevivan… mientras escribo este artículo me doy cuenta del cuidado que he tenido con esas semillas, estoy pendiente si necesitan agua, abono, sol… las observo unas cuantas veces al día… pero ¿hacemos lo mismo con las semillas (palabras) que sembramos en nuestras mentes y en las de los demás?
Nuestra mente es tierra fértil, todo aquello que siembres en ella crecerá. ¿Qué frases escoges para describirte, para motivarte? ¿Qué piensas de ti, qué te dices? Las palabras son semillas. Nuestra intención se pone de manifiesto a través de las palabras… revisa lo que sueñas, lo que sientes, porque lo que realmente eres lo muestras a través de las palabras.
¿Cuáles semillas usas en tu huerto mental?, ¿Con qué frecuencia lo riegas, lo abonas? ¿Cuán pendiente estás de él?
Imaginen el cambio que experimentaríamos si nos comprometiéramos a eliminar de nuestro vocabulario las frases de autocrítica, de odio o de desánimo. En lugar de eso, podríamos utilizar palabras de amor, de gratitud y de afirmación para nutrir nuestra propia autoestima y autoconfianza. El amor y la aceptación comienzan por uno mismo.
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Todo lo que expresamos o incluso pensamos, son instrumentos de magia. Cada vez que expresamos nuestra opinión, lo que en realidad estamos haciendo son hechizos de magia… ¿qué tipo de hechizos lanzamos? Si te pidiera que revises las palabras que utilizas para dar tu opinión sobre lo demás, a veces incluso de personas que no conocemos, ¿qué tipo de magia estás realizando… blanca o negra? A veces lo hacemos sin estar conscientes de las consecuencias, de lo que estamos creando, de lo que estamos sembrando en las mentes de otros… ahora imagínate cuando usamos nuestras palabras como mecanismo de venganza, cuando lo hacemos super conscientes de lo que estamos haciendo.
Llevemos esta impecabilidad a nuestras relaciones con los demás. ¿Cuántas veces hemos herido a alguien con comentarios despectivos o palabras cargadas de juicio? Las palabras tienen un poderoso impacto en los demás, pueden sanar o herir corazones. Si nos comprometemos a ser impecables con nuestras palabras, podremos crear un entorno de amor y respeto en nuestras relaciones.
¿Cuál es la clave para usar el poder detrás de las palabras?
La clave está en ser conscientes del efecto que nuestras palabras tienen en nosotros y en los demás. Antes de hablar, preguntémonos a nosotros mismos: ¿estas palabras construirán o destruirán?
Recuerda que cuando aceptamos como válida la opinión de una persona, lo que estamos haciendo es darle paso a nuestro sistema de creencias, una vez allí el poder detrás de las palabras se manifiesta, tu realidad se transforma de acuerdo en SOLO AQUELLO EN LO QUE TE PERMITES CREER.
Si eres impecable con tus palabras, si logras establecer un acuerdo contigo mismo de serlo, lo que estarás haciendo es blindarte ante los hechizos de cualquier persona. Tu mente/huerto solo permitirá que germinen semillas positivas. ¿Cómo te aseguras de no ser un campo fértil para semillas de miedo, crítica, odio? La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras, así que puedes medir cuán impecable eres midiendo el nivel de estima que tienes hacia ti.
Por lo tanto, te recomiendo:
- Estar atento a lo que te dices verbal y mentalmente.
- Observa lo que dices verbal o mentalmente de otros.
- Revisa el para qué necesitas decir o pensar eso de ti o de terceros. ¿Es positivo o constructivo para alguien?
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