No sabía que era capaz de ser resiliente, hasta que me enfrenté a la peor situación que puede enfrentar una mamá…
¿Cuántas veces has dicho esa frase “NO PUEDO MÁS” a lo largo de tu vida? Recuerdo haberla dicho muchísimas veces en varios momentos de mi vida, pero aunque no lo creas jamás la dije, ni siquiera la pensé… aquel 18 de agosto de 2009 cuando recibí el diagnóstico de mi hijo Bruno: “Tumor cerebral en el tallo cerebral”.
Pero, ¿qué es ser resiliente?
La resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Es la capacidad de resistir, sobreponerse y seguir adelante frente a la adversidad. Nos permite enfrentar los obstáculos de la vida, aprender de ellos, crecer y construir una vida satisfactoria y significativa.
Sirve para fortalecer nuestra mentalidad, desarrollar habilidades de afrontamiento, encontrar soluciones creativas, mantener la esperanza y la motivación, y mantener una perspectiva positiva incluso en tiempos difíciles.
Cuando me tocó ser resiliente…
Tras varias consultas con el pediatra y exámenes médicos que nunca daban una respuesta concreta… no fue hasta ese día, donde conocí una fortaleza que desconocía, la fuerza que me permitió ser la madre que mi hijo necesitaba en ese momento.
Eran como las 21h00, estábamos en la sala de espera de la resonancia magnética, lloraba desconsoladamente porque sabía que algo muy muy malo iba a ocurrir, estaba sentada en el piso con mi cara sobre las piernas de Bruno, de pronto sentí las manos de él sobre mi cabeza y me dijo: “Mamita, no llores!”.
Bastó solo eso para recibir como una especie de choque de energía, fue algo indescriptible, levanté la mirada, me sequé las lágrimas y le dije: “Ok Bruno, la mamá es una campeona, no va a llorar más!”
Enfoqué mi esfuerzo en hacer todo lo humanamente posible para hacer lo que tenía que hacer, decir lo que tenía que decir y tomar las mejores decisiones que podía tomar. Aunque jamás ningún doctor me dijo que moriría (excepto el último que consultamos), yo lo supe siempre… y sabía que lo más importante era ser la roca que Bruno necesitaba.
¿Qué implica ser resiliente?
La resiliencia no significa que una persona no sienta dolor o estrés, sino que puede manejar estos sentimientos de manera saludable y constructiva y salir fortalecida de la experiencia. La resiliencia implica la capacidad de:
- Mantener una actitud positiva
- Adaptarse a las circunstancias cambiantes
- Tomar decisiones efectivas y
- Mantener el bienestar emocional en situaciones difíciles.
Preguntas frecuentes sobre resiliencia
El Test de resiliencia te indica que capacidad tienes de reponerte antes situaciones adversas. Este Test es estimativo, y leyendo las preguntas también podrás hacerte una idea de qué es la resiliencia. En el artículo sobre resiliencia hemos tratado situaciones en las que nos hace falta la capacidad de resiliencia. Para hacerlo revisa este link:
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¿Sientes que no puedes más?
Cuando sentimos que no podemos más, hay algo en nosotros que nos conecta a un tipo de energía ilimitada, que nos capacita a adaptarnos a la situación, al entorno, no nos victimizamos, no decimos ¿por qué a mi?, no nos desenfocamos de la misión que hemos decidido tomar a cargo… a pesar que el desenlace no sea el mejor para nosotros.
Creo firmemente que todos somos resilientes, la diferencia es solo la cantidad de tiempo que te permites conectar con esa batería de energía ilimitada, es el tiempo que te permites callar la voz en tu cabeza que te dice “No puedo más”, y tú cuánto tiempo te permites callar esa voz?
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