¿Cuál es el verdadero espíritu de la navidad?
En realidad, mientras les escribo los únicos recuerdos que llegan de mi infancia en esa época, no son particularmente alegres… Muchas veces, nos desvivimos por darnos a otros, y nos olvidamos de nosotros mismos, basta con recordar la resignación que mi madre vivió por muchos años, cada vez que ignoraba su deseo (callaba su voz, y con la de ella, la de mi hermana Betty y la mía) de pasar con su madre alguna navidad, desde que se casó con mi padre.