Debí escribirte esto hace años…

Hola mi niña de 5 años, debí escribirte esto hace años…

Hoy quiero que sepas que entiendo lo que viviste cuando sentiste que papá te rechazó ese día cuando llegó del trabajo.

Se que fue una situación muy dolorosa, que no entendías por qué ocurrió, y que te culpaste durante mucho tiempo.  Pensaste que algo que hiciste o dijiste, había sido la razón de la reacción de papá,así que encontraste un mecanismo para soportar y manejarlo.

Durante muchos años, pensaste que para ser merecedora de amor y valoración, tenías que esforzarte mucho, que tenías que aceptar lo que otros te dijeran, tenías que hacer lo que otros quisieran e incluso tenías que pensar en función de lo que tu entorno consideraba correcto o bueno.

Y aunque ese mecanismo de protección sirvió durante muchos años, porque llegaron a ti personas que te valoraron por ser la mejor estudiante e incluso recibiste premios y medallas, o te reconocieron por trabajar incansablemente y dar el 150% de ti para terminar el trabajo, o los que agradecieron tu dedicación para hacerte cargo de los proyectos universitarios, y cómo olvidar a todos esos hombres que te deslumbraron y que gracias a ser quienes ellos querían que fueras te invitaron a salir, e iniciar una relación…

Se cuánto dejaste de ti, para convertirte en la mejor versión de lo que otros querían o necesitaban de ti…

Se que no parecía ser un sacrificio…

Se que no parecía tan difícil, pero llegó el momento en que…

Me di cuenta que las opiniones de los demás te pesaban demasiado, que siempre buscabas la “palmadita en la espalda”, y te aterraba que te rechacen.

Me di cuenta que te sentías poca cosa, que buscaste a toda costa “encajar” y “no quedar mal” con todos.

Me di cuenta que habías callado tanto tu propia voz, que dejaste de oírla…

Y todo eso te llevó a un hueco muy profundo, a una situación insostenible, porque vivías comparándote con todos, sintiéndote menos por no cumplir las expectativas, desconfiando de ti y de tu capacidad, sin reconocer tus logros o considerarlos tan simples que cualquiera los conseguiría.  Sin permitirte fracasar o equivocarme.

Hoy te quiero decir que te veo, que se lo que necesitabas… lo que te hacía falta…

Te quiero decir que no hay nada en el pasado para ti, que estar allí… esperando, ya no tiene sentido, ni lógica… porque lo que pasó, ya pasó y no hay nada ni nadie que pueda cambiarlo.  Hoy sé que papá hizo lo que mejor pudo hacer como papá, mientras trataba de gestionar sus propias heridas de niño, y de igual forma, mamá hizo lo que mejor pudo hacer como mamá, porque ella tampoco sabía gestionar sus heridas de niña.

Te quiero ofrecer nuestro presente… este preciso instante… que es el único momento que nos permite decidir responsablemente quién quiero ser, encargarnos de nosotros, darnos lo que necesitamos y queremos, darnos el permiso de crecer y disfrutar de este momento de la vida.

Debí escribirte esto hace años… y aunque no lo hice, hoy te agradezco tus sacrificios porque con ellos me sostuviste, te abrazo y así te relevo… desde hoy, yo me hago cargo, ya no necesitas complacer más.

Karyna.

Sigue leyendo:

Verificado por MonsterInsights